Directrices para el colesterol y la salud
El año 2001, el National Cholesterol Education Program (NCEP), junto con el National Heart, Lung and Blood Institute, desarrollaron, a través de estudios e investigaciones, nuevas pautas o directrices para el colesterol las cuales aún están vigentes.
Los cambios más significativos en esas pautas, son tratamientos más insistentes para reducir el colesterol y la identificación de aquellos que tienen alto riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas; el uso del perfil lipoproteico como una primera etapa para tratar altos niveles de colesterol; una nueva plataforma en la cual los bajos niveles de lipoproteínas de alta densidad (bajos niveles de HDL) pasa a ser un mayor factor de riesgo para adquirir enfermedades del corazón; un nuevo grupo de cambios terapéuticos en el estilo de vida, para mejorar los niveles de colesterol; enfocarse más en el grupo de factores de riesgo de enfermedades cardíacas llamado “síndrome metabólico” y promover el conocimiento de los tratamientos para altos niveles de triglicéridos.
Las pautas también establecen que la diabetes es un gran riesgo para desarrollar enfermedades cardíacas, y sugieren que las personas diabéticas sean tratadas tan intensamente como los pacientes cardíacos, incluyendo cambios en sus estilos de vida y medicación.
Estas pautas permitirán predecir la probabilidad de que una persona adquiera enfermedades cardíacas en un periodo de diez años. Los otros cambios en las nuevas directrices para el colesterol son:
-Tratamientos más agresivos para altos niveles de colesterol en personas con diabetes.
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-Perfil lipoproteico (LDL, HDL, colesterol total, triglicéridos) como una primera etapa para el tratamiento.
-Considerar bajos niveles de HDL como factor importante de riesgo.
-Reforzar la importancia de la actividad física, buena nutrición y control de peso.
-Identificación de un “síndrome metabólico” de los factores de riesgo relativos a resistencia a la insulina.
-Tratamientos más agresivos para altos niveles de triglicéridos.
-Aconsejar detener el uso de terapias para reemplazo de hormonas como sustituto de las medicinas para bajar los niveles de colesterol.