Don Bosco: fundador de los Salesianos

Don Bosco fue un sacerdote, escritor y educador nacido en Becchi, en lo que hoy es Italia, en 1815, cuyo nombre era Giovanni Melchiorre Bosco Ochiena, o simplemente Juan Bosco, quien fundó la Congregación Salesiana y tuvo una destacada actividad educativa que promovió el desarrollo de un moderno sistema pedagógico que se conoció como “Sistema Preventivo” para la formación de niños y adolescentes. Además promovió la construcción de obras para la educación al servicio de la juventud más necesitada en Europa y América Latina. Escribió muchas obras orientadas a la educación juvenil y a la defensa de la fe católica siendo un destacado promotor de la imprenta. Por esas razones, el nombre de Don Bosco se asocia con la educación de niños y jóvenes en todo el mundo.

Juan era hijo de Francisco Luis Bosco y Margarita Ochiena, familia de campesinos que eran prácticamente peones de la familia Biglione de Becchi. En 1817, cuando Juan tenía solo 21 meses de edad muere su padre de una pulmonía, por lo que su formación recaería en manos de su madre defendiendo a sus hijos en medio de la pobreza, impartiéndoles un gran espíritu de disciplina y devoción, que a la larga tuvo mucha influencia en el futuro apostolado de Juan.

La vida de Don Bosco estuvo marcada por sus sueños, la mayoría de ellos premonitorios, especialmente el que tuvo en 1825 a los 9 años de edad, en el cual unos niños de mal comportamiento en el colegio fueron agredidos a puños por Juan, en ese momento apareció un personaje que le dijo: “No con puños sino con amabilidad vencerás a esos muchachos”. Esta frase se convirtió en la base del futuro Sistema Preventivo de Don Bosco y en su inspiración en la espiritualidad salesiana.

Juan ingresa en la Orden de los Franciscanos en abril de 1834, pero en octubre de 1835, con 20 años de edad, ingresa al Seminario Diocesiano de Chieri, fue ordenado sacerdote el 5 de junio de 1841 y se trasladó a Turín donde se le abrirían las puertas para realizar su misión del sueño de los nueve años. Un día fue a celebrar la Eucaristía en la Iglesia de San Francisco de Asís y se topó con un muchacho de nombre Bartolomé Garelli, quien no conocía el catecismo y era pobre y abandonado. Después de la misa Juan le dio las primeras lecciones de catecismo y al siguiente domingo Garelli se presentó con 20 muchachos como él, y en marzo del año siguiente ya eran 80 jóvenes, Éste fue el inicio del famoso Oratorio de Don Bosco, que se desarrolla como un espacio donde los muchachos aprendían un oficio, asistían a los sacramentos y tenían un patio para jugar sanamente con los amigos. El número de muchachos fue creciendo vertiginosamente, y como muchos no tenían donde dormir comenzó a desarrollar un proyecto de internado.

En 1855, Don Bosco comienza con la idea de desarrollar una comunidad religiosa que pudiera continuar su misión. El Gobernador Urbano Rattazzi le aconsejó que formara una sociedad clerical, una asociación de ciudadanos libres que dependiera en lo religioso de la iglesia pero en lo social fueran libres ciudadanos. Así se funda la Orden de los Salesianos cuyo nombre oficial es Sociedad de San Francisco de Sales. Esta congregación fue aprobada por Pio IX en 1858. Don Bosco murió en Turín en 1888, dos años después se inició el proceso de beatificación y canonización, fue proclamado beato en 1929 y fue canonizado por el Papa Pio XI el primero de abril de 1934. El 24 de mayo de 1989, el Papa Juan Pablo II proclamó oficialmente a Don Bosco como “Padre y Maestro de la Juventud”.