Música argentina que debes escuchar antes de visitarla

Música argentina que debes escuchar antes de visitarla

Música argentina que debes escuchar antes de visitarla

Ni en Cuba se baila salsa 24 horas ni en Argentina se escuchan tangos todo el día. Son creencias que un buen viajero debe eliminar de su lista de deseos si es que está pensando en darse una vuelta por cualquiera de estos países y si es que, además, quiere realmente integrarse a los sonidos auténticos de ambos destinos de América.

En el caso de Argentina, su vasto territorio ofrece una mixtura musical que, a veces, la oferta turística se ve obligada a reducir a milongas y recitales de rock. Sin embargo, por aquí te traemos un listado de los ritmos y músicos con los que estás obligado a educar el oído antes de pisar suelo sureño.

1.El folclore de Mercedes Sosa

Escuchar a “La Marta” como era llamada por sus parientes cercanos es una verdadera experiencia emotiva. No porque sea un ícono de la argentinidad, sino porque es tan maravillosa que sus sonidos son viva fuente del amor hacia la región latinoamericana.

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Mercedes nació en la provincia argentina de Tucumán y se inició en el canto como una travesura adolescente que la transformaría en “La voz de América”, título ganado por su canción comprometida y sus llamados al rescate del folclore como ritmo y raíz de nuestra música.
Recomendamos escuchar su “Canción con todos”.

2. La cumbia de Gilda

Si vas a un recital gratuito en la ciudad de Buenos Aires serás testigo de un hecho que se convierte en “lo normal” cuando tienes meses en la capital argentina: terminar bailando cumbia así el concierto haya sido de rock. Y, mucho más normal será que suene “no me arrepiento de este amor aunque me pese el corazón”, de la siempre presente Gilda, la maestra que dejó aulas para alcanzar el sueño de ser la femme fatale de la cumbia y consiguió más.

La cumbia argentina es uno de los fenómenos musicales más interesantes de la región, por representar a un país con una historia de inmigración masiva europea y sin embargo, conservar en su ADN sonidos tan tropicales como los compuestos y bailados por Gilda.

Escuchen (e intenten) bailar su exitoso “Fuiste”.

3. El pop de Kevin Johansen

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La verdad es que el género Pop le queda chico a este músico nacido en Alaska, pero residenciado en Buenos Aires desde sus 12 años. Desde sus inicios en la música, Johansen se ha caracterizado por ir del español al portugués con la misma flexibilidad que canta en inglés, sin olvidar su vena latina.

La genialidad de Kevin son sus composiciones inteligentes, cargadas de un humor mordaz, capaz de hacer crítica mientras te invita a bailar. Además, su versatilidad alcanza para alianzas con ilustradores como Liniers, con quien lleva unido casi una década, ofreciendo recitales vanguardistas en los que él y su banda The Nada ponen la música, mientras el otro crea murales en vivo.

Su disco “Sur o no sur”, así como la mayoría de sus vídeos son su mejor presentación.

4.El rock de Charly García

Llegamos al clímax de nuestra lista y es porque Charly es un clásico y porque estamos más que seguros que su música se escucha desde Argentina hasta Islandia. Su figura excéntrica, sus recitales transgresores así como toda la polémica en la que siempre está envuelto, son un boleto seguro para comprender el carácter argentino difundido por revistas y hasta manuales psiquiátricos.

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Créenos que no exageramos con lo anterior, pero es que en la música también podemos encontrar huellas del carácter de un país y con Charly podemos sacarnos la camisa eufóricos, hacer protesta en medio de una dictadura y terminar internados por excesos de egos y drogas un lunes cualquiera del mes.

Más de 41 discos, bandas íconos del rock nacional argentino como Sui Géneris, Serú Girán o La máquina de hacer pájaros son sus principales donativos a la música mundial. Escucha “Yendo de la cama al living” y déjate llevar, es lo mejor que podemos hacer con Charly.

5.El tango de Carlos Gardel

Quisimos dejar de último a Gardel porque puede que sea uruguayo o francés de nacimiento, pero en actas está que en 1923 recibió la nacionalidad argentina y en toda Buenos Aires su imagen adorna desde paredes de bares sobre la avenida Corrientes hasta mínimos teatros en el barrio Abasto.

El tango de Gardel es nostalgia, otro de los sentimientos más apropiados por argentinos, en especial de aquellos que conviven en la capital, para quienes no existía el tango antes de él y por supuesto, a él también deben la divulgación del ritmo por toda Europa y América.

Visitar Buenos Aires y perderse una milonga o una noche de tangos en cualquier bar es realmente una ofensa para el país suramericano y para toda persona que se haga llamar viajera curiosa. Su tema “Volver” es un manifiesto de esa nostalgia porteña.

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