Trekking para conectar con la naturaleza más extrema
La práctica de trekking a veces queda relegada en lo que a deporte extremo o de aventura se refiere porque para muchos caminar y observar no son verbos de alto impacto.
Si eres de ese grupo calumniador te decimos que estás equivocado, porque ni trekking es igual a caminar de la casa al parque ni pasar hasta tres días alejados de la ciudad es una actividad muy fácil que digamos. Aunque en este deporte la principal acción es caminar, también hay un obstáculo impredecible: la naturaleza.
Naturaleza en su estado más silvestre; sin baños tradicionales ni restaurantes con sopa caliente, sin camas con almohadas ni duchas con agua caliente después de un día entero entregado a recorrer rutas que van mutando de acuerdo a las condiciones ambientales. Esos, lectores incrédulos son los grandes riesgos del trekking.
Hay diferentes tipos de prácticas y todas dependen del lugar natural escogido. Por esta razón, el trekking tiene muchas derivaciones y tiende a confundirse con facilidad; por ejemplo si el destino es la montaña, se le relaciona con montañismo o si el objetivo es adentrarse en un bosque muchos le llaman excursionismo. Cualquiera de estas definiciones son permitidas y van de la mano, porque al final la intención es la misma: caminar.
Cuando se hace trekking es necesario tener una conexión muy especial con la naturaleza y ésta sí es una diferencia notable con otros deportes extremos como el bungee jumping o el off road en los que son más importantes la necesidad de adrenalina y riesgo físico.
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A la característica diferencial anterior se suma un pasatiempo o pasión: la fotografía de paisajes. Esta razón de peso hace que el trekking sea un deporte favorito para biólogos, científicos o artistas que busquen encontrar en la observación de la naturaleza la inspiración perfecta para sus obras o investigaciones.
Otra cualidad muy ligada al trekking es el turismo rural o comunitario, pues mientras caminas hay muchas probabilidades de encontrar pequeños asentamientos o grupos de familias que llegan a ofrecer techo y comida a cambio de unos cuantos billetes. Claro, ésto también depende de la ruta. Si se trata de un lugar remoto en la montaña, las probabilidades quedarán totalmente borradas.
Los cinco básicos
- Hacer un seguimiento de las condiciones climáticas del lugar escogido para asegurar el equipo que necesitas (ropa, equipo impermeable, tipo de alimentos, etc.)
- Llevar GPS o mapa actualizado de la ruta para evitar "quedar atrapados en medio de la nada"
- Cargar con un botiquín de primeros auxilios para estar preparados frente a cualquier accidente
- Comprar una mochila liviana para que camines sin sentir que llevas una carga en la espalda
- Las primeras veces ve acompañado o solicita los servicios de una agencia hasta que te hagas un experto en la ruta y traces las tuyas propias