Alimentos afrodisíacos, un estímulo que vale la pena probar
Ante un estímulo excitante como el sabor, olor y las caricias, el cerebro envía señales desde el sistema límbico hacia la región pélvica, provocando en esta región, la dilatación de vasos sanguíneos. Esta dilatación, es la principal responsable del aumento de la frecuencia cardíaca, entre otros signos propios de la excitación sexual, tanto para hombre como para las mujeres.
En esta activación neuronal del placer, se puede encontrar cierta efectividad de los alimentos afrodisíacos, ya que contienen nutrientes que podrían favorecer a la circulación sanguínea y aumento del flujo sanguíneo de la regiones con capacidad eréctil, o bien, en la regulación de los neurotransmisores y hormonas relacionados con el placer. Sin embargo, es importante destacar que tales sustancias deben ingerirse en cantidades elevadas que las que se consumen habitualmente, para desencadenar dichos efectos.
Se define afrodisíaco, del latín aphrodisiăcus, como aquello que excita o estimula el apetito sexual, por lo tanto, un alimento afrodisíaco, será aquel que al consumirse, creará o despertará el apetito sexual, más no mejorará ni la capacidad ni el rendimiento sexual. Esta definición es muy importante, puesto que en ella, radica la causa de que los alimentos afrodisíacos sean considerados, más mito que realidad.
Ciertos aminoácidos como la fenilalanina y la arginina, junto con vitaminas como la niacina (vitamina B3) o la vitamina E (incremento de síntesis de óxido nítrico) y minerales como el zinc o el boro, pueden influir como coadyuvantes en el apetito sexual. Entre los alimentos más conocidos, se destacan:
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El chocolate
Contiene fenilalanina, aminoácido relacionado con la síntesis de la serotonina, hormona del placer.
Los mariscos
Contienen arginina, precursora del óxido nitríco (NO), principal molécula favorecedora del aumento del flujo sanguíneo, necesario para mantener la erección durante el acto sexual.
Las ostras
Cuentan con un elevado contenido en zinc, mineral que influye en la regulación de los niveles de testosterona y estrógenos.
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El gengibre
Contiene vitamina K, con acción anticoagulante que favorece el aumento del flujo sanguíneo.
Higos, fresas, espárragos, apio, remolacha
Son alimentos ricos en boro, mineral que participa en la regulación de los niveles de testosterona.
Todos los alimentos, afrodisíacos o no, contribuyen a crear una sensación de bienestar, tanto físico como mental, así como una serie de características fisiológicas tras su ingesta, que pueden promover, según las circunstancias, la compañía y el entorno, una mayor apetencia sexual.
