Prevención de desórdenes de la tiroides

La acumulación de ácidos en el cuerpo debido a insuficiente digestión de alimentos, a alergia a ciertos alimentos y consumo de sustancias formadoras de ácidos, junto a la exposición a metales pesados y químicos tóxicos en el agua o en alimentos altamente procesados, pueden causar desórdenes en el funcionamiento de la tiroides. Se reduce la habilidad de neutralizar los ácidos del cuerpo.

Con un desorden en la tiroides, las células y órganos del cuerpo no metabolizan tan rápido como deberían. Entonces la cantidad de ácidos acumulados sobrepasa la capacidad de células y órganos para eliminarlo, porque la tiroides reduce su habilidad para manejar tales excesos, y cada vez el desorden de la tiroides se hace peor. Entonces, una tiroides lenta refuerza el problema digestivo que causa la acumulación de ácidos en el cuerpo. A la vez, se reduce la función del sistema inmunológico que puede llevar a infecciones crónicas que se esparcen rápidamente por todo el cuerpo.

Al igual que todos los órganos, la tiroides necesita glucosa y oxígeno para funcionar. Cuando los excesos de ácidos se acumulan en el flujo sanguíneo, esas vitales sustancias no llegan bien a la tiroides y sus funciones se reducen. Como resultado de eso, el cuerpo pierde la habilidad de limpiar del flujo sanguíneo esos excesos de ácidos, que son los que previenen que la glucosa y el oxígeno lleguen adecuadamente a la tiroides.

Una tiroides que funcione bien ayuda a restaurar la salud de otras partes del cuerpo. Cuando se neutralizan los ácidos y se eliminan las distintas sustancias formadoras de ácidos, se le da un chance a la tiroides para sanar, esto a su vez ayuda al resto del cuerpo a funcionar correctamente.

Para neutralizar los ácidos y restaurar el balance del pH del cuerpo, hay que reducir o eliminar el consumo de alimentos ácidos y otras sustancias ácidas. Incorporando más alimentos alcalinos y minerales en la dieta, se ayuda a eliminar los desórdenes de la tiroides, se mejora el metabolismo y se favorece la neutralización futura de los ácidos del cuerpo.