The Knife: la mejor opción para carnívoros en Madrid
El paraíso de los que nos encanta la carne ha llegado a Madrid desde los Estados Unidos, para deleitar a más de un paladar ávido por degustar las maravillas de la verdadera parrilla argentina.
Si la vida me regala otra celebración de cumpleaños, este año, (sin subir la cuenta de las primaveras, claro), sin pestañear repetiría la cena de ese domingo maravilloso en el que nos reunimos, alrededor de una de las mesas redondas de The Knife.
La cadena de restaurantes, presente en el estado de La Florida, ha elevado el concepto del buffet libre, en su mayoría regentado por empresarios de origen asiático en España, a una categoría en la que un producto de calidad, preparaciones tradicionales y de primera, y sobretodo, de porciones generosas, no están reñidas en lo absoluto.
La cena inicia con una delicada empanadilla frita de carne picada, la cual podría estar ahí como una trampa para llenar tu estómago, o simplemente para abrirte el apetito, dependiendo del hambre que sientas.
Tras recibir la bebida correspondiente (en el menú puedes elegir entre dos cervezas, dos vinos, agua o refresco), los platos hacen de lienzos en blanco para dibujar los entrantes. Cebiches, salad bar, patatas en distintas presentaciones, arroces, pastas, huevos y algunos detalles de la gastronomía argentina, como los enrollados, son la paleta de colores con la que puedes pintar, hasta guardar sitio para el siguiente plato.
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A metros de esa estación, se levanta la parrilla donde se mezcla la mejor carne española con los legendarios cortes del asado argentino. Debo confesar que se me hace el agua la boca escribiendo, (y de nuevo al editar) estas líneas en las que describo el recreo de olores, colores y sabores que flotan sobre los carbones de The Knife.
Pollo al limón, pollo a la miel, secreto ibérico, entrecot, costillas, asado de tira, chorizos, morcillas, chinchulines y hasta queso provolone fundido: Delicias que van al plato y que llevas a la boca con un poco de chimichurri.
La tentación de servirte dos y hasta tres platos es inevitable. Te debates entre comer más carne o guardar un poco de espacio para el postre, lo cual es más que recomendable.
Cuando llega el momento de elegir el dulce, los camareros te seducen con una carta llena de fotos con las maravillas de la pastelería argentina.
Cualquiera de los platillos azucarados que te animes a pedir debería tener dulce de leche. No te levantes de la mesa sin antes probar otro de los grandes pilares de la gastronomía del país del tango.
Si bien es cierto que el precio se eleva un poco más a los demás lugares por el estilo, sin duda la experiencia lo compensa. Además, suelen publicar promociones en sus redes sociales para que puedas vivir una cena de verdad, sin desajustar tu presupuesto.