Cadillos en la piel

Cadillos en la piel

Cadillos en la piel

La piel del cuerpo humano, en toda su extensión, es susceptible a que se formen unas protuberancias duras, del mismo color de la piel, de forma redondeada o algo irregular, con diámetros variables de 2 a 10 milímetros, y aunque pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, son más comunes en manos, rodillas, cuero cabelludo, en fin, en zonas expuestas a golpes y fricción. Estas protuberancias son conocidas como cadillos o mezquinos, y algunos los llaman verrugas.

Los cadillos o mezquinos son producidos por virus, se estima que hay más de sesenta tipos de papiloma virus humano que los pueden producir. Estas protuberancias en la piel son, en su gran mayoría, autolimitadas, lo que significa que se pueden curar solas, sin ningún tratamiento desaparecen y no ponen en riesgo la salud de las personas. Sin embargo, causan molestia porque algunas producen picazón y hasta pueden sangrar, pueden tardar varios años en autoeliminarse por lo que en esos casos es conveniente someterse a algún tratamiento para eliminarlos.

tu piel

Aún con tratamientos específicos, los cadillos o mezquinos no se erradican completamente del organismo, y pueden reaparecer en cualquier momento, cuando la persona tiene las defensas bajas, o con problemas de desnutrición. Se pueden contagiar por contacto directo, o en una misma persona se pueden diseminar al rascar la protuberancia para eliminar la picazón que produce en algunos momentos.

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En la mayoría de los casos es preferible y recomendable, que la persona con cadillos o mezquinos acuda al dermatólogo para que ayude a su eliminación mediante un tratamiento. En general se recomiendan medicamentos a base de ácido salicílico y queratolíticos o regeneradores de células, que se aplican directamente hasta que la lesión desaparezca. Otras opciones son la extirpación por quemado o electrodesecación, criocirugía o rayos laser.

cadillos

Los cadillos que causan las mayores molestias son los que aparecen en las plantas de los pies, por ello se les llama plantares. El problema es que no crecen hacia afuera como los demás, sino que por ser una zona presionada al estar de pie o caminando, crecen hacia adentro y producen dolor al caminar y pueden llegar a sangrar. Se conocen como “ojo de pescado” por su aspecto y deben someterse a tratamiento para eliminarlos.

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Piel, Salud

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