Cómo superar una ruptura: no dejes que el desamor te derrote

Cómo superar una ruptura: no dejes que el desamor te derrote

Cómo superar una ruptura: no dejes que el desamor te derrote

Tu aspiración es ser feliz y crees que si tienes una pareja serás aún más feliz. Qué pasa entonces cuando esa relación se acaba. Cuándo la persona en la que pusiste tantas expectativas y sueños se va de tu lado y te deja.  Cómo enfrentas la vida a partir de ese momento. Por qué es tan doloroso sentirse abandonado.  ¿Por qué te sientes tan solo, por qué tienes tanto miedo y tanta inseguridad.? ¿Por qué lloras hasta quedarte dormido?

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Patricia Ramírez Loeffler, psicóloga especialista en deporte de alto rendimiento, trastornos de ansiedad y parejas, asegura que el dolor no es proporcional a los años de relación, sino que tiene ver con otros factores como el grado de enamoramiento, complicidad y adoración que profesaste hacia la otra persona, y con los recursos y experiencias que  tengas.

Si te hiciste demasiado dependiente a esa relación, a esa persona, y olvidaste cultivar otros círculos de amigos, de familia y de trabajo, entonces, con seguridad, te sentirás literalmente en un abismo.

En efecto, la ruptura puede llegar a parecerse a un duelo,  con sus matices y distancias. "En ocasiones, es incluso más doloroso pues cuando alguien muere, la historia  se cierra allí, mientras que en la ruptura sabes que la persona está ahí, pero que ya no quiere estar contigo",  dice Ramírez.

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Los terapeutas recomiendan asumir que la ruptura, la separación de la persona amada, tiene varias fases y que todas esas fases las tienes que vivir. No puedes saltarte ni una sola, por más doloroso que resulte.

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Ana Sierra, psicóloga y terapeuta sexual y de pareja, te explica qué sucede en cada una de ellas.

"Una primera fase es la de negación,  no aceptas que la relación se terminó , y tienes todavía esperanzas de poder recuperar a esa persona. La segunda, sería la de enfado, rabia e ira, en la que buscas las razones de lo ocurrido, tanto en ti (qué habré hecho mal) como en la otra persona.

Después, viene la fase de negociación, en la que empiezas ya a buscar soluciones. La cuarta abarca un periodo donde experimentas la tristeza y el dolor en sí, y lloras desconsoladamente. Y por último, viene la de aceptación, en la cual asumes lo que pasó". Algunos autores exponen también una sexta fase: la asimilación. En ella, todo está superado, asimilado, y puedes hablar de ello sin emocionarte.

Ese duelo puede llegar a prolongarse hasta por dos años pero realmente eso es muy relativo y personal.  Sin embargo, hay herramientas que te pueden ayudar a adelantar ese proceso, si mantienes  una actitud activa y no dejas que lo sucedido bloquee tu vida. Si ves que es muy complicado, que el dolor no cesa y que no logras asimilar la pérdida, es probable que necesites ayuda profesional.

La clave está, sobre todo, en aceptar tu situación, en reconocer que la historia terminó  y saber poner el punto final. No fijes tu objetivo en recuperar, dicen los expertos, sino en aceptar: "No supliques amor a la otra persona, no pidas amor a quien ya no quiere estar contigo" porque, "las parejas son para disfrutarse, no para sufrir", dice Patricia Ramírez Loeffler.

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El sufrimiento, en todo caso, no reside solo en ti, que te abandonaron, sino también en la persona que tomó la decisión. Ellos también sufren, ya que dejaron a alguien a quien querían mucho y a quien no querían hacerle daño.

En esos casos, hay que trabajar  el sentimiento de culpa, la autoestima y el desapego porque cada uno debe responsabilizarse de su propio dolor, y de cómo lo vive:

No por evitar un dolor ajeno tengo que hacérmelo a mí, por ejemplo, siguiendo con una relación que no deseo. Que el que fue abandonado entienda las razones del que abandonó es importante para superar la pérdida.

De cualquier manera, “la ruptura sentimental es uno de los acontecimientos más estresantes, de cambio, que vivimos", señala Juan Macías, psicólogo especializado en terapia de parejas.

Y por esa razón te damos algunas recomendaciones para que lo vivas de la mejor forma posible, y puedas salir de ese túnel oscuro airosamente.

  • Procura controlar lo que te hace avivar la llama del dolor.  Evita recordar episodios, música, olores, comidas que te evoquen a tu expareja. No te tortures una y otra vez con una canción. Y por supuesto, trabaja en la recomposición de tu autoestima dañada.
  • Evita, en la medida de lo posible buscar a otra persona que mitigue tu dolor. En ese caso estarías sustituyendo el afecto que falta y puede generar una cierta dependencia.
  • Aprende a vivir contigo misma, disfruta el estar sola.  Si te obsesionas mucho en buscar pareja, será tu principal barrera: echas toda tu energía en esa búsqueda y dejas escapar cosas que están pasando a tu alrededor.
  • Atrévete a hacer cosas que antes no hacías (prueba, por ejemplo, ir al cine tú sola y experimenta que puede ser algo muy positivo) aumenta tus fuentes de bienestar, date caprichos, invierte tiempo en ti. Otro aspecto importante es apoyarse en la gente que te quiere, pero sin monopolizar toda la conversación en la ruptura porque acabarías cansanda. 
  • Sigue activa. Vive, no dejes que la vida pase a tu lado.  Y no permitas que el dolor te domine.

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