La piel nos avisa que estamos envejeciendo
Explican los expertos que, durante la juventud, se cometen el mayor número de excesos: mala alimentación; consumo descontrolado del alcohol, drogas o cigarros; exposición al Sol prolongada; poco descanso y pocas horas de sueño.
Cuando somos jóvenes no se notan tanto los cambios, pero el daño está hecho. El efecto principal de todos estos abusos es envejecer por dentro y por fuera de forma temprana. Lo peor, es que no nos damos cuenta. Sin embargo, la piel puede ser una de las alarmas, ya que en ella se pueden ver ciertos cambios.
La piel cambia a medida que nos hacemos mayores y las arrugas de la cara son el primer signo perceptible del envejecimiento. A partir de los 25 años, ya podemos observar la presencia de finas líneas de expresión alrededor de los ojos y la nariz, de pequeñas arrugas en las manos, manchas y cierta resequedad.
¿Qué evitar para desacelerar el envejecimiento de la piel?
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Azúcar y aceites vegetales hidrogenados
Somos lo que comemos. El altos nivel de fructosa puede dañar el colágeno de la piel, lo que hará que luzca menos tersa y firme. El azúcar causa inflamación, acné y otros problemas dermatológicos.
Alcohol
El efecto del consumo excesivo del alcohol se ve en la cara. Un estilo de vida saludable conlleva una piel saludable. Las toxinas se instalan en el hígado debido al alcohol, lo que también genera acné, por no mencionar las resacas. Además, los cócteles, contienen gran cantidad de azúcar y de alcohol, con lo cual son una doble amenaza.
Sal
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Los snacks salados pueden generar ojeras. La sal es muy poderosa, y puede estar escondida en alimentos. Revisa las etiquetas antes de comprarlos.
El exceso de Sol
La luz solar es una causa importante del envejecimiento de la piel. Puedes protegerte si permaneces alejado del Sol en los horarios cuando está más fuerte. Utiliza protector solar con un factor de protección (SPF) de 30 o más; usa ropa protectora y evita las lámparas y las camas solares.
Deshidratación
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No tomar agua durante el día puede dañar tu piel y tu cuerpo en general. Consume al menos, 3-4 litros de agua al día. Es la mejor manera de limpiar las toxinas de tu cuerpo.
