Lo cortés no quita lo valiente

La palabra cortés significa colocarse en los zapatos de los demás en vez de pensar en uno primero. Significa hacer algo sin que te lo pidan y sin que sea una excepción. Todos pensamos que somos corteses hasta cierto punto, pero se requiere de cierta práctica y constancia.

Se dice que la amabilidad y la educación son las maneras adecuadas de expresar la cordialidad con los demás, pero no son reales si no responden a un sentimiento de ternura.

Algo raro pero cierto, el filósofo y pensador Martin Heidegger considera la ternura como el fenómeno estructurador de la personalidad y el componente básico de la cordialidad, y junto con el respeto y la bondad conforma las actitudes necesarias en toda relación social.

En la familia y en la escuela, la cordialidad-ternura se hace imprescindible por dos motivos:

• primero, porque desde el mismo instante del nacimiento necesitamos afecto;
• el segundo, porque para aprender unos modos respetuosos, amables, alegres y cálidos de comportamiento, resulta necesario vivirlos desde la infancia.

Cuando a esos modos se les suman unos códigos sociales que faciliten la relación con el otro, se habrá llegado a la cortesía.

Nunca es tarde cuando la dicha llega…

Cómo ser cortés

• Trata a los demás como te gustaría que te traten a ti.
• La educación es pieza clave para tener buenas relaciones con los demás.
• Las personas que son educadas y respetuosas con los demás, nos hacen la vida más placentera.
• Ser cortés es de gran atractivo. A hombres y mujeres les atrae una persona educada y con clase.
• Ser amables y educados evita un sin número de problemas.
• Ser cortés y amable nos hace ser sentir más felices con nosotros mismos y con nuestro entorno.
• No hay excusa para no tener buenos modales, es tan solo cuestión de actitud.