De recovecos colombo-venezolanos que se exploran en Francia
El grupo Recoveco, armado principalmente por Alexis Cárdenas, Leo Rondón, Francisco González y Rafael Mejías hace exploraciones y experimentos con la música tradicional latinoamericana y europea desde hace casi una década. El resultado es una explosión de ritmos, cuerdas y percusiones que son de un lado y de todos lados. Recoveco hace presentaciones culturales de todos los tipos, algo que ilustra bien su carácter artístico y su compleja versatilidad. Animan fiestas pequeñas, restaurantes que recuerdan los típicos “ambientes familiares” de antaño, eventos culturales de pequeña y gran envergadura, en museos, galerías y espacios de concierto.
Podría decirse que Recoveco canta y escribe la música de los tantos latinoamericanos enamorados de Francia, y de los europeos que sueñan con América Latina. Con flautas y pajarillos que son ya la firma de la música clásica venezolana, los músicos se llevan también pasillos, boleros y hermosos bambucos, pero no se detienen ni en tiempo ni espacio; hacen caprichos, componen valses y replantean trabajos más antiguos de música académica europea.
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Es probable que lo narrado aquí frustre a los que no puedan estar en Francia para seguirles el paso. Sin embargo, las comunicaciones del siglo XXI vienen bien resolver el problema. YouTube es un espacio desde el que puede verse de cerca lo que hace el ensamble, y en Spotify puede encontrarse su album Bicho y hecho. De manera casi regular varios de sus espectáculos son compartidos en esta red social, con lo que pueden verse las evoluciones y experimentos del grupo. No queda duda de que con las influencias que ahora encuentran las distintas tradiciones latinoamericanas, especialmente a partir de las integraciones contemporáneas de los países de la región, grupos como Recoveco podrán funcionar como un reflejo de las nuevas evoluciones de la música latinoamericana que no pierden conexiones con sus raíces musicales.
