Día Mundial de la Agricultura: Introducción

Día Mundial de la Agricultura: Introducción

Día Mundial de la Agricultura: Introducción

Del Neolítico a la agricultura de riego

Cada año, hacia finales de septiembre se celebra el Día Mundial de la Agricultura, que es un arte indispensable para la producción de alimentos y para la supervivencia de la humanidad sobre el planeta. La agricultura, ese arte de cultivar la tierra, tiene su origen en el Período Neolítico (del griego neo-nuevo y litos-piedra) o Edad de la Piedra Nueva o Pulida. El nombre deriva del hecho de que de la Piedra Tallada del Paleolítico se pasa a pulir la piedra para fabricar armas y otros objetos tales como implementos para el trabajo. El Neolítico es uno de los períodos de la Edad de Piedra y se considera que abarca desde el año 6000 hasta el año 3000 a.C. En ese período ocurre lo que se ha denominado la Revolución Neolítica, la cual se refiere a la gran transformación que sufre la forma de vida de la humanidad, que va pasando de nómada a sedentaria ya que se pasa de una economía recolectora (recolección de frutos, caza y pesca) a una economía productora (agricultura vegetal y animal).

agricultura

El hombre, al inicio de su presencia en la tierra, se alimentaba de vegetales que recolectaba en la naturaleza, andaba saltando de árbol a árbol recolectando frutos y robando huevos de los nidos de ciertas aves. También se alimentaba de carnes provenientes de cacerías y de la pesca. Así, poco a poco fue descubriendo las especies de mejor sabor, las que no ofrecían problemas de toxicidad para el organismo y que tenían valor alimenticio porque saciaban su hambre y lo ayudaban a mantenerse saludable.

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Con el transcurrir del tiempo llega un momento en el cual comienza a nacer la agricultura, ya que los vegetales recolectables se iban haciendo escasos, el proceso de obtenerlos implicaba caminar cada vez mayores distancias y mayores exposiciones a peligros, y el hombre entonces comienza a cultivar esas especies útiles con el objeto de concentrar su producción en áreas pequeñas y de fácil acceso. Consecuentemente, el hombre comienza a establecerse en sitios más o menos fijos, a domesticar y criar animales comestibles y útiles para el trabajo,  desarrollando centros poblados. Así van naciendo las grandes ciudades de la antigüedad, y el hombre nómada comienza a ser más sedentario.

Si prestamos atención a la localización de esas grandes ciudades, podemos apreciar que se desarrollaban a orillas de importantes cursos de agua potable, de ríos imponentes que permitían completar las dietas de la época con el agua y la rica fauna acuática, que era fundamental en la alimentación del ser humano. Esas mismas fuentes de agua comenzaron a ser utilizadas también para regar las plantas que el hombre cultivaba, ya que se dio cuenta que durante la época seca, sin lluvias o con precipitaciones insuficientes, las plantas agradecían la aplicación de agua, y esto vino a ser el inicio de lo que hoy se conoce como agricultura de riego.


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