Sustituto del cemento
El material básico para el desarrollo de la infraestructura en cualquier parte del mundo, es el cemento. Éste es un producto que resulta de la combinación de piedra caliza y arcillas finamente molidas, más otros aditivos en menor proporción. La obtención de esas materias primas implica procesos de minería, extracción desde los depósitos de roca caliza y arcillas utilizando explosivos y maquinaria pesada. Por supuesto, esto conduce al deterioro del ambiente. Una vez que rocas y arcillas son extraídas, se llevan a las plantas procesadoras para su molienda, lo cual es otra fuente de contaminación. En resumen, la producción de cemento lleva implícito daños ecológicos profundos.
En la actualidad, en la mayor parte de los procesos industriales se busca la forma de mejorarlos para disminuir su impacto ambiental, o sustituirlos por otros más amigables con el entorno. El cemento no ha escapado a estas inquietudes, y en esa búsqueda por mejorar el ambiente en el cual vivimos, se han logrado algunos resultados exitosos. Uno de ellos ha sido obtenido por un grupo multidisciplinario de científicos mexicanos, de diversas instituciones y universidades del país, quienes han desarrollado un material, ya evaluado en la construcción de viviendas, con muy buenos resultados.
El PAS (Polymetric Ash System), que es el nombre del producto en cuestión, es una mezcla que incluye desechos de celulosa de la industria de papel y cenizas de la caña de azúcar generadas en los ingenios del país. A esa mezcla se le agrega algunos polímeros y se obtiene un producto similar a la mezcla de concreto pero que requiere mucho menos agua que la mezcla de cemento, encapsula el hierro de las cabillas protegiéndolas del proceso de oxidación, y ofrece una resistencia tan buena como la del cemento.
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Estos científicos concluyen que éste es un producto por lo menos 25% más barato que el cemento y, como todo concepto sustentable, persigue economía, equidad y ecología.
