Caminar es una rutina básica y terapéutica
El día tiene 24 horas y sólo necesitas apartar entre 20 y 30 minutos para caminar vigorosamente. Si conviertes ese ejercicio en un hábito ten la seguridad que has elegido una de las mejores terapias preventivas que se pueden realizar. De acuerdo con estudios científicos caminar media hora al día podría disminuir en 20% el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Otras investigaciones sugieren que la actividad física reduce la probabilidad de que tengas un infarto agudo de miocardio. Las personas sedentarias tienen casi el doble de riesgo de morir del corazón que las personas que realizan una actividad física de manera regular.
Entonces. Qué tipo de ejercicios deberías comenzar a hacer si nunca antes has hecho nada. Hay consenso en que el ejercicio deber ser suave, constante y regular. Un ejercicio que suponga un esfuerzo grande y que lleve al corazón a dispararse no es nada aconsejable.
Por eso lo más recomendable es andar 30 minutos al día, una terapia que no es sólo buena para tu corazón. Lo es también para las personas con tensión alta y con diabetes y para todos aquellos que quieran mantener su peso y cuidar su flexibilidad y agilidad. Caminar ayuda a tus huesos y a tus articulaciones. Y lo mejor de todo, favorece la producción de endorfinas que te aportan placer y mejoran tu estado de ánimo.
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Caminar te ayuda a tener un sueño más reparador, a devolverle la salud a tus articulaciones, a mejorar tu circulación, a reducir los niveles de azúcar en sangre, a disminuir el riesgo de obesidad con todos sus efectos colaterales.
También produce efectos favorables sobre el colesterol, ayuda notablemente a tu vida sexual. El sexo y el ejercicio van de la mano. En un estudio de mujeres de entre 45 y 55 años de edad, aquellas que se ejercitaban, incluyendo caminatas, reportaron no sólo más deseo sexual, sino también mayor satisfacción.
Aumenta tus niveles de Vitamina D. Caminar a la luz del día, incrementa los niveles de vitamina D del cuerpo – un nutriente difícil de obtener a partir de los alimentos, pero que se puede sintetizar a través de la exposición a la luz solar. La vitamina D juega un papel muy importante en muchos aspectos, desde la salud de los huesos hasta la salud del sistema inmunitario.
Con sólo caminar media hora, las personas con depresión logran mejorar su humor. Al caminar 30 minutos reduces los pensamientos negativos, el enojo, la tensión y el cansancio. Otros estudios han comprobado que el ejercicio favorece los resultados de los medicamentos antidepresivos.
Caminar es bueno para tu cerebro. La función cognitiva mejora con una caminata diaria. En general, mejora tu concentración y reduce la posibilidad de tener problemas de memoria en el futuro.
Otros estudios aseguran que caminar todos los días añade siete años a tu esperanza de vida. Se ha demostrado que andar desencadena un proceso antienvejecimiento e incluso te ayuda a reparar ADN viejo.
Los entrenadores recomiendan que si llevabas una vida sedentaria es importante comenzar paulatinamente. Camina a un paso cómodo y trabaja para aumentar gradualmente tu paso y distancia.
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Una vez que te hayas acostumbrado a una caminata diaria, puedes convertirla en un tipo de entrenamiento de alta intensidad, más vigorosa y por más tiempo.
