¿Cómo te habla tu cuerpo?
Si eres de las personas que acumula resentimientos, odio, cólera, furia, tienes culpa, te aferras al pasado obsesivamente. Eres triste o muy melancólico, procuras siempre complacer a los demás y te pones en el último lugar de tu escala. Sientes frustración, resentimiento y demás emociones que surgen a través de los pensamientos que no controlas es muy probable que llegues a enfermarte o que tu cuerpo empiece a hablar por ti.
Hay padecimientos que se prolongan, que provienen del alma y en buena parte puede deberse a que hay que ir a la raíz de lo que está provocando el mal para poder erradicarlo.
Tienes que averiguar, entonces, por qué sientes tanta rabia, por qué odias, por qué te sientes culpable y por qué crees que eres tan infeliz.
Tu cuerpo, tarde o temprano, hablará y de esa manera expresará lo que te ocurre internamente. El cuerpo humano es sabio, pero debes aprender a escucharlo
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Por ejemplo muchas veces una gripe, más que una virosis o un resfriado que pescaste cuando te cayó la lluvia encima, se debe a lágrimas que has reprimido, a sufrimientos que has postergado. El dolor de garganta es porque tienes cosas pendientes por decir, no eres capaz de comunicar tus aflicciones a las personas que deben escucharte.
El cuello representa tu flexibilidad como persona; el dolor en los tobillos, el avance o la resistencia que tienes ante la vida. Quienes usan lentes o tienen problemas para escuchar es porque ven o escuchan cosas que no les resultan agradables.
Los problemas estomacales hablan de la convivencia y además la habilidad para digerir las situaciones. Otra parte del cuerpo que recibe muchas de nuestras emociones es la espalda. Según los expertos, las molestias en la espalda baja usualmente reflejan preocupaciones económicas o sensación de falta de apoyo, la espalda alta cuando presenta molestias nos dice que estamos cargando cosas que no nos corresponden.
Si tienes problemas con tus muslos, alguna molestia o dolor, eso significa que le prestas demasiada atención a lo que los demás esperan de ti o lo que crees que esperan los otros de ti. Si la situación es con las pantorrillas, está vinculado a lo que tu mismo te impones como meta diaria.
En el caso de las rodillas, los especialistas señalan que tiene relación con tu orgullo y la imposibilidad de doblegarte ante algunas circunstancias.
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Si el dolor se concentra en los pies debes revisar qué pasa con tu apoyo, soporte y equilibrio. Si te duele la frente, es relacionado con la manera en la que enfrentas el mundo. Los problemas del corazón están asociados con asuntos emocionales básicos, de afectos primarios. Y, depende de la manera en la que asimiles el mundo, sufrirás de problemas con los dientes y encías. El dolor de cabeza deprime cuando las dudas aumentan, las uñas se quiebran cuando las defensas están amenazadas, la presión arterial, sube cuando el miedo aprisiona.
El lado del cuerpo en el que se sienten las molestias también es revelador. El izquierdo es el lado receptivo, maternal y femenino del ser. El derecho es el lado masculino, con empuje, orientado hacia el exterior, hacia el mundo. La tendencia podría indicar un rechazo dentro de ti de los aspectos masculinos o femeninos, y una necesidad de auto-perdonar, sanar, conciliar o de identificar la persona que activa esto en ti.
Otros expertos señalan que las alergias indican una agresividad que no se reconoce, y es una de las reacciones corporales más exageradas.
Las infecciones suponen la expresión de conflictos internos. Hay un desequilibrio a nivel orgánico, el cual somatizas con la aparición de una infección, es el no saber qué hacer con ese conflicto.
Las enfermedades estomacales pueden ser preocupaciones latentes que te atormentan día a día.
Ese modelo de relación entre las emociones y los síntomas físicos debes verlo con cuidado y de acuerdo con el hipnoterapeuta John Kappas esas señales pueden darte pistas de lo que puede estar sucediendo en el plano emocional y la recomendación es aprender a escuchar tu cuerpo e ir a un especialista.
