Cientos de ovejas toman el centro de Madrid

Por Tomás Ramírez

Los madrileños han tenido la oportunidad única de reconectarse con los orígenes pastoriles de la ciudad a través de la Fiesta de la Trashumancia, una tradición en la que cientos de ovejas desfilan por las calles más emblemáticas de la Villa y Corte, guiadas por pastores de León y de otras zonas rurales del norte de España.

Al ritmo de tambores tradicionales, pitos de caña y de las famosas castañuelas ovejas y pastores salieron de la Casa de Campo a las 10 horas del domingo 22 de octubre a recorrer el corazón de la ciudad.

Las razas ganaderas autóctonas cruzaron los jardines hasta la Ermita de la Virgen del Puerto, para ascender desde allí por el Paseo Ciudad de Plasencia y la Cuesta de la Vega hasta la Calle Bailén.

Luego los animales desfilaron por la calle Mayor, acompañados de los grupos representantes de la cultura popular de las diferentes comarcas trashumantes españolas, hasta llegar a la Puerta del Sol. De allí fueron hasta la Plaza de Cibeles, donde saludaron a los representantes de la Corporación Municipal, e hicieron el pago simbólico de los maravedís, en cumplimiento de la Concordia de 2 de marzo de 1418, entre los Hombres Buenos de la Mesta y los procuradores del Concejo de la Villa.

Tras llegar, los grupos de pastores hicieron el camino de vuelta hasta la Casa de Campo, no sin antes detenerse en la Catedral de la Almudena, donde recibieron un refrigerio por parte del Ayuntamiento de la ciudad.

Durante todo el recorrido, camiones de limpieza bombearon chorros a presión para borrar el oloroso rastro que el rebaño fue dejando a su paso.

Niños, mujeres y hombres de todas las edades se acercaron a ver de cerca las 1.300 ovejas y 60 cabras retintas, propiedad del Concejo de la Mesta (Asociación a cargo de organizar el evento).

Cientos pantallas de móviles brillaron a lo largo del recorrido para tomar los detalles de esta manifestación única en el mundo, con la que se pretende promocionar la práctica de la trashumancia y recuperar las cañadas de toda España.

La iniciativa se remonta a mediados de los años noventa, donde se promulgó una Ley con la que se pretende reivindicar la importancia de la conservación de la Red Nacional de las Vías Pecuarias y la cultura pastoril.