La dieta y el ejercicio físico van de la mano
La nutrición y la actividad física, en conjunto, son necesarios para nuestro cuerpo. El ejercicio proporciona flexibilidad, fuerza, musculatura y salud cardiovascular; mientras que la dieta por sí sola no puede proporcionarnos eso, siendo la razón para que dieta y ejercicios actúen juntos. Una mala dieta limita los beneficios del entrenamiento físico.
Se considera que son necesarios al menos 20 minutos de ejercicio diario tres veces a la semana, lo cual fortifica la salud cardiovascular. Sin embargo, es recomendable consultar con el especialista cuál debe ser el mejor plan de ejercicios para cada quien y su cuerpo.
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Los alimentos energéticos como glucosa y ácidos grasos, y algunos aminoácidos, proveen energía durante el ejercicio. La hipertensión se puede controlar reduciendo el consumo de sodio, reduciendo peso, limitando el consumo de alcohol, además de una dieta baja en grasa y con actividad física. Para incrementar el tamaño de los músculos se consumen proteínas, especialmente después de la actividad física, pero también se debe consumir suficientes carbohidratos, porque si no las proteínas serán utilizadas como fuente de energía disminuyendo su efecto en el crecimiento de los músculos.
En cuanto a los huesos, caminar, bailar, correr, nadar, practicar otros deportes, son buenos para la salud del esqueleto. Pero el ejercicio solo no es suficiente y debe ir acompañado de un adecuado consumo de calcio, vitaminas y otros minerales requeridos para los huesos. En conclusión, junto con el ejercicio, una buena dieta ayuda a mantener el cuerpo funcionando bien por el resto de la vida.
