No asumas la menopausia como una enfermedad
Lo primero que debes saber es que la menopausia es un proceso completamente natural, que comienza cuando se termina tu menstruación y tu fase reproductiva. Esto ocurre porque tus ovarios pierden gradualmente la habilidad de producir estrógeno y progesterona, las hormonas que regulan el ciclo menstrual. Es decir que no hay razones para que asumas la menopausia como una enfermedad.
En Europa y en América del Norte, el climaterio ocurre, normalmente, cuando una mujer está alrededor de los 51-52 años de edad. Sin embargo, tu edad y los síntomas que puedas experimentar dependen, en gran medida, de tus genes y lo que heredaste de tus padres, pero a veces se imponen reglas empíricas, y la mujer que empezó la menstruación temprano es más probable que experimente la menopausia antes.
Los síntomas cambian de una mujer a otra. Algunas experimentan señales que tus amigas nunca sufren. Y la duración y severidad también son variables. En todo caso puedes advertir: ansiedad, dificultad para concentrarte, te irritas con facilidad, calorones, interrupciones del sueño, problemas sexuales y genitales, incontinencia. Todo eso es comprensible porque hacia la quinta década de la vida puedes llegar a afrontar paralelamente la etapa de jubilación laboral, la independencia por parte de los hijos del hogar materno o el divorcio.
Para los síntomas emocionales puede ayudarte el ejercicio regular porque contribuye a mantener el equilibrio hormonal y a preservar la fuerza ósea. Hablar con otras mujeres, que también experimentan la menopausia, puede aliviar la sensación de fin de mundo que tienes.
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Pero lo más importante es que asumas el cambio como otra etapa de tu vida. Estos consejos te ayudarán a vivir la menopausia de una forma diferente y positiva.
- No asumas la menopausia como si fuera una enfermedad. No la veas de una forma equivocada y negativa, y no la catalogues como "el fin de tu vida sexual".
- Debes aprender a aceptar los cambios fisiológicos que ocurren en tu organismo: pueda que sientas sofocos mientras duermes, depresión a cualquier hora del día, irritabilidad por cualquier cosa e igualmente algo de ansiedad, problemas para conciliar el sueño (insomnio), disminución de la libido, adelgazamiento de la mucosa vaginal, algo de dolor durante las relaciones sexuales y predisposición para algunas infecciones vaginales. De todas formas ante todos estos síntomas debes saber que los tratamientos con medicamentos o suplementos son una buena alternativa para contrarrestarlos o por lo menos disminuir su efecto considerablemente.
- Ingiere alimentos ricos en bioflavonoides, fitohormonas o isoflavonas, por ejemplo derivados de la soya, frutas como las manzanas, uvas, cerezas, naranjas, limones. Algunos vegetales como el brócoli, la remolacha, el pimentón. Bebidas como el té negro y verde. Otros alimentos derivados del trigo y el arroz integral. Todos los nutrientes que encuentras en este tipo de alimentos te ayudarán a contrarrestar los síntomas más molestos de la menopausia.
- Habla de tus preocupaciones y estados de ánimo con tu pareja o demás familiares y amigos. Es importante que digas lo que sientes porque callarte solo te generará más estrés. Además, al hacerlo seguramente te darán consejos que te ayudarán a sentirte mejor.
- Procura mantenerte activa y positiva. Por eso es recomendable rodearte de gente optimista y llena de energía para que los efectos de la menopausia no se reflejen en tu aspecto físico, salud y modo de vida.
- Estudia la gama de sugerencias que están disponibles y que incluyen opciones de estilo de vida, terapia complementaria y medicina convencional. Los tratamientos más eficaces tienen algunos efectos secundarios, pero los posibles beneficios claramente deberían tener más peso que los efectos secundarios.